Cuando todos miran hacia GPT-5, la verdadera novedad de OpenAI está en otro lado
Publicación para líderes que buscan resultados con proyectos de IA y automatización. Una iniciativa de DELFA
Fabricio De los Santos | DELFA
8/11/20254 min read
OpenAI anunció hace unos días GPT-5, con una arquitectura unificada e inteligente que integra las últimas variantes del modelo (como fast, thinking, mini o nano) bajo un sistema de “real-time router” que selecciona automáticamente el modelo más adecuado según el tipo de pregunta: ya sea una respuesta rápida o un razonamiento más profundo.
Ofrece una ventana de contexto ampliada, mejor precisión y menos alucinaciones. Además, funcionalidades que antes eran de pago ahora están disponibles para todos los usuarios en esta nueva versión.
Pero para el mundo empresarial —especialmente para aquellas compañías que saben que deben dar el salto a la IA pero no quieren hacerlo “sin paracaídas”—, donde una de las grandes preocupaciones son los datos sensibles, la verdadera noticia salió a la luz dos días antes del lanzamiento de GPT-5: la liberación de dos nuevos modelos open-weight: gpt-oss-120b y gpt-oss-20b.
¿Qué significa esto de “pesos abiertos”?
¿Tiene algo que ver con open source (código abierto)?
Sí, de alguna forma. Ambos modelos están disponibles bajo licencia Apache 2.0, lo que permite su uso libre —incluso comercial— sin restricciones severas.
¿Por qué esto es importante?
La última vez que OpenAI liberó modelos con sus pesos fue en 2019 con GPT-2. Es decir, seis años después tenemos acceso a modelos que, en términos de rendimiento, el de 120 B iguala o incluso supera en ciertos benchmarks a o4-mini, mientras que el de 20 B se compara favorablemente con o3-mini.
Hasta ahora, estos modelos solo podían usarse en línea, ya sea desde el navegador (como la mayoría de las personas) o a través de API cuando un software o aplicación integraba IA en segundo plano.
Esto significaba que cada interacción salía de tu red: todo lo que escribías se enviaba a servidores externos.
Con esta liberación, ahora existe la posibilidad de ejecutar los modelos de forma local, manteniendo los datos dentro de la propia infraestructura y reduciendo el riesgo de exposición de información sensible.
¿Y no había otros modelos así?
Sí, otros proveedores de IA ya han liberado modelos de pesos abiertos antes. Pero en este caso estamos hablando de OpenAI, probablemente la marca más reconocida del sector: cualquiera que haya probado algo con IA ha “chatgepeteado” alguna vez. Es, en este momento, el McDonald’s de la inteligencia artificial.
Un ejemplo práctico
Imagina que tomas el PDF del manual de procedimientos de tu empresa y lo subes a ChatGPT para pedirle un resumen o para plantearle un caso:
“Tengo una situación así, así y así en la empresa; dime cómo debo actuar según el manual”.
ChatGPT interpretaría el documento, analizaría el problema y te devolvería la respuesta alineada con el manual.
El problema: ese manual ya está en servidores externos, algo que en muchas organizaciones no está permitido.
Con los modelos de pesos abiertos de OpenAI, podrías ejecutar ese análisis de forma local y obtener la misma utilidad sin que el documento salga de tu red.
Para empresas que ven valor en este tipo de consultas pero priorizan la privacidad, esta puede ser una estrategia viable para acelerar procesos y dar respuestas correctas sin comprometer datos sensibles.
Reflexión final
Creemos que esta semana se ha roto una de las mayores barreras para que las empresas finalmente tomen la decisión de integrarse con la inteligencia artificial.
Quizá pienses que, aunque ahora exista esta opción, tu negocio no necesita IA. Pero ese podría ser un error que te cueste caro, y no hablamos de un plazo lejano.
En el año 1900 había más de cien mil caballos en Nueva York: todo se movía gracias a la fuerza de los cuadrúpedos. Si tu negocio estaba relacionado con caballos, seguramente eras próspero.
En 1912, los automóviles ya superaban en número a los caballos, y en 1917 el transporte colectivo de la ciudad hacía su último viaje tirado por caballos. Es decir, en solo 12 años tu negocio se habría visto afectado drásticamente, y cinco años después probablemente habría desaparecido.
Podrías pensar que aún tienes tiempo, pero la evolución más de un siglo después es exponencialmente más acelerada. Por lo tanto, esas referencias históricas no son la mejor forma de medir tu margen para entrar en la inteligencia artificial.
Con este cambio, se abre la posibilidad de adoptar IA sin los riesgos que antes preocupaban a muchas empresas. En DELFA llevamos años ayudando a compañías a integrar inteligencia artificial en sus procesos reales, sin reemplazar todo su sistema actual ni prometer fórmulas mágicas. Nuestra experiencia se centra en aplicar IA de forma ética y responsable, cuidando la privacidad de los datos y adaptándonos al contexto de cada negocio.
Si quieres explorar cómo aprovechar esta nueva oportunidad de OpenAI para implementar IA de forma segura y con impacto real, podemos conversar sin compromiso. Incluso si decides desarrollar la solución con tu propio equipo, estaremos encantados de orientarte: para nosotros, aportar nuestro granito de arena a la comunidad ya es un gran reconocimiento.
Si quieres conversar sobre cómo hacerlo en tu empresa, agenda una reunión personalizada aquí.
La Inteligencia Artificial ya está transformando el mundo empresarial. Tú también puedes dar el primer paso, con enfoque, claridad y acompañamiento.
Nos vemos en la próxima entrega.
¡Éxitos!
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